Mario Bunge se declaró enemigo de los exámenes

Las universidades latinoamericanas son fábricas de diplomas

El filósofo argentino considera que el objetivo de la educación no es evaluar la capacidad de memorizar para rendir exámenes, sino aprender resolviendo problemas, investigando y buscando información. «La evaluación en la universidad tendría que ser como en la escuela primaria, con
un seguimiento diario», dijo

Ramiro Pellet Lastra
La Nación
Servicio exclusivo de El Nacional

En una reciente nota publicada en las páginas de opinión de La Nación, el físico y filósofo argentino Mario Bunge examinó a fondo el problema de los exámenes universitarios. «Son una sesión de tortura», sentenció sin rodeos.

En diálogo telefónico desde Montreal, donde se desempeña como docente en la McGill University, Bunge fue más allá de la mera condena a las pruebas anuales y extendió su severo juicio a otros aspectos de la educación.

Autor de más de 30 libros, miembro de la Academia Internacional de Filosofía de las Ciencias, Bunge ganó, en 1982, el premio Príncipe de Asturias en Comunicación y Humanidades.

Durante la charla, Bunge centró la acerada ferocidad de su crítica en las universidades argentinas y latinoamericanas: «Un fracaso completo». El pensador argentino está radicado en Canadá y reveló que desde que se expatrió, en 1963, no ha tomado exámenes, pese a que nunca dejó de enseñar. Convencido de que las pruebas deben concebirse como oportunidades para informarse, pensar y lucirse, su premisa es provocar en los alumnos un estímulo para el aprendizaje.

Resolver problemas

-Usted se manifestó resueltamente en contra de los exámenes ¿Son acaso la ruina de la educación?

-No son el único problema. Pero el objetivo de la educación no es evaluar la capacidad de memorizar para rendir exámenes, sino aprender resolviendo problemas, buscando información, haciendo frente a situaciones nuevas. La forma de evaluar en la Universidad tendría que ser
como en la escuela primaria, con un seguimiento diario, con los deberes de todos los días.

-En un examen bastante accesible de la Universidad de La Plata fracasó 85% de los alumnos que pretendían estudiar Derecho. ¿Dónde pudo estar la falla?

-Si el examen fue fácil, el Ministerio de Educación, que nunca fue de avanzada, tendrá que abrir los ojos y reconocer el papelón que ha venido haciendo. Los alumnos salen de secundaria sin el mínimo de conocimientos necesarios para avanzar en sus estudios.

-¿Cómo se evalúa a los estudiantes universitarios en Canadá?

-En mi universidad se puede elegir el sistema de evaluación. La mayoría de los profesores termina eligiendo los exámenes, en especial cuando las clases son muy concurridas. Pero no existe el fenómeno del estudiante argentino que se presenta a exámenes y el resto del año no hace nada.
Eso es típico de carreras como Derecho y Economía. En general, las universidades latinoamericanas son fábricas de diplomas; no se hace investigación.

-¿Es posible estimular el gusto por aprender? ¿No depende de la personalidad de cada uno?

-Se pueden hacer preguntas en clase, excitar la curiosidad, hablar de los últimos descubrimientos. Sería estimulante referirse a hechos cotidianos, recientes, conocidos por todos. En Derecho, por ejemplo, sería bueno debatir casos que estén en las noticias. ¿Cómo resolverían el caso? ¿Qué
leyes se deberían aplicar? Los que no se entusiasman con los temas actuales están en la carrera equivocada.

-Tal parece que el gusto, la vocación y el buen rendimiento académico están entrelazados.

-Si no hay interés, el aprendizaje se hace desagradable. Los alumnos argentinos están desmotivados, desorientados. Se estudia lo justo y necesario para aprobar el examen, y de mala gana. De todas maneras, la mayoría deja la carrera por la mitad, a un costo enorme para el país.

Los mismos docentes van a enseñar sin ganas. Trabajan varios turnos y no tienen tiempo para perfeccionarse. Antes, en los pueblos, el maestro era una de las personas más respetadas, junto con el médico y el boticario. Ahora están mal pagos y peor considerados.

Invasión Irracional

-¿Dónde se hace más evidente la ausencia de estímulos a los estudiantes?
¿En la primaria, la secundaria o la Universidad?

-No recuerdo haber tenido un solo maestro o profesor que llevara un recorte de diario para discutir en clase en ninguno de los tres niveles que cursé en la Argentina. La forma de enseñar es tradicional, premoderna. Mientras tanto, las facultades de humanidades han sido invadidas por el
irracionalismo posmoderno, que ni siquiera acepta el siglo XVIII, el siglo de la razón.

-Tal vez razonen contra los excesos de la razón en los últimos siglos.

-Declaman, que no es lo mismo. Es más fácil denostar a la razón que razonar. Abundan las corrientes antirracionalistas, como el existencialismo. En la carrera de Psicología es muy popular Lacan, un completo charlatán, peor que Freud.

-¿A las carreras científicas también las encuentra premodernas?

-Ahí faltan laboratorios para las prácticas. Los alumnos no aprenden a manejar las manos. Se nota un desprecio por el trabajo manual, como en la Edad Media. Queremos llegar al siglo XXI sin haber pasado por el siglo XX. En la Argentina no se comprende la importancia de la ciencia y la
tecnología para la sociedad moderna. Al fin y al cabo, es el Tercer Mundo.

12 respuestas to “Mario Bunge se declaró enemigo de los exámenes”

  1. Nelson Piedra Says:

    En la Universidad Técnica Particular de Loja, Ecuador, estamos en una corriente parecida a la propuesta por Bunge; se ha prohibido, casi por decreto tomar examenes, que salvando honrosas excepciones, en muchos casos servia para que el profesor se escude en ellos y pierda valioso tiempo que conlleva la gestión de examenes o intente mantener el temor en las aulas universitarias.

    Se han puesto a pensar cuanto puede tomar el preparar y calificar exámenes de un aula de 40 participantes se se hace cada quince días (o los famosos exámenes de unidad o mensuales). Nosotros hemos preferido que ese tiempo valioso se lo dedique a algo más provechoseo, por ejemplo la lectura de papers, tan disminuida en las universidades latinoamericanas.

    La UTPL, mantiene un modelo de vinculación de estudiantes junto a sus docentes en proyectos de orden productivos o de investigación aplicada; el modelo se llama de gestión productiva, que tiene un sentido activo y útil, a diferencia de las conocidas «prácticas estudiantiles», no queremos «practicar» sino investigar, producir.

    En otro momento comentaré más de este modelo.

    Nelson Piedra

  2. Universidad Examenes Latinoamerica « Nelson Piedra Says:

    […] realizada por Ramiro Pellet Lastra. La Nación. Servicio exclusivo de El Nacional Vía Mario Bunge se declaró enemigo de los exámenes Posted in Pensamientos, Publicación, Science, Sociedad, Thinking, UTPL, Universidad. Tags: , […]

  3. Pedro Antonio Sciumbre Says:

    Hace ya tiempo, el diario La Nación de la República Argentina publicó una nota del profesor Bunge sobre el momento en que empezó el mal político en la Argentina, con el derrocamiento de Hipólito Irigoyen en el 30. Era un comentario que deberíamos tener siempre presente para comprender lo que nos pasó en esa época, posteriormente y nos sigue pasando hasta ahora (2008). Yo había guardado el recorte del mismo. Hoy compruebo que lo he extraviado pero me gustaría recuperarlo porque me parece sumamente clarificador y valioso.

    En cuanto a los exámenes estoy totalmente de acuerdo. El examen solo sirve para medir la memoria del examinando pero no para verificar si ha asimilado y trasformado el conocimiento adquirido en parte de sus vivencias y eficiente aplicación en toda circunstancia tanto profesional como en la vida diaria individual y de relación.

    El recuerdo de mi adolescencia como estudiante secundario (el 1/12/2008 cumplo ochenta años) es muy gráfico porque tuve dos profesores que mostraron dos extremos. Mi profesor de matemáticas cuyo nombre recuerdo con gran afecto: el Arquitecto Arístides Bigliani me enseñó a amar las matemáticas. No es que sepa mucho de ella pero es un placer, aún hoy, estar frente a un libro de matemáticas. Tuve la suerte de tenerlo cuatro años seguidos. El primer día que llegó al aula nos dijo: – yo no les voy a enseñar matemáticas… les voy a enseñar a razonar-. En base a los temas que debíamos saben en cada año nos enseñó a resolver teoremas que no estaban en los libros. –salgan de aquí y lleguen a allá– nos decía. Recuerdo que en un bimestre tuve la máxima nota. Para mi era un placer estudiar matemáticas. Lo puedo decir lo mismo en esas circunstancias de Historia porque tuve un pésimo profesor. Llegué a odiar la historia y en un bimestre salí aplazado. Hoy me doy cuenta de la gran importancia que tiene la historia como transmisión de experiencias.

  4. Pedro Antonio Sciumbre Says:

    Soy nuevo en la página “Grupo Bunge” y talvez no sea muy ducho en moverme en la misma. El hecho es que, si existe la contestación a mi inquietud de encontrar la respuesta de ustedes a mi pedido de volver a tener un artículo de Mario Bunge que publicó el diario La Nación”, y que hice referencia en mi comentario anterior, la verdad es que no la he hallado. Como era un artículo muy sustancioso desearía volver a tenerlo.
    Desde ya muchas gracias

  5. Fermín Huerta Says:

    Sr. Pedro Antonio Sciumbre:
    Puede encontrar el artículo que reclama en este enlace:
    http://www.lanacion.com.ar/32490
    Reciba un cordial saludo.

  6. Damian Bueno Aguilera Says:

    Me dirijo a usted a fin de elevar mi opinion acerca de las cuestiones referentes a la toma de exàmenes y la exigencia que esto implica. Personalmente creo que la modalidad que se utiliza en este paìs no es la mas apropiada para la enseñanza de los distintos niveles educativos, y comparto la propuesta del profesor Bunge, al cual admiro por sus obras literarias que son las que me dan entre otras, los paradigmas a seguir en mi vida universitaria. Creo que los exámenes como se toman en muchos lugares, son inútiles y no dan ningun fruto, sino disgustos. En raras ocasiones son productivos y nos amplian nuestros conocimientos. Tengo la experiencia de haber aprendido en algún exámen algùn puntito de una bolilla, pero me quedo con lo que he aprendido con los profesores en una charla en la clase, que aborda topicos esenciales de la materia, la cual implica poner a pruba los conocimientos varios que uno posee, no solo los de la materia que se esta tratando.
    Soy un convencido de la utilizacion de metodos empiricos y no de la memorizacion sin razonamiento, sobre todo para los que estudiamos ciencias fácticas.
    Siempre disfrute en mi carrera de derecho las clases de penal porque el profesor nos hacia analizar casos, aplicando la teoria vista y corrigiendo lo que estaba mal entre todos. Esta es la manera que creo conveniente de aplicar. Si estudiamos derecho constitucional es mas productivo leer fallos, no memorizar articulos de la constitucion, si estudiamos física no es imprescindible estudiar de memoria las leyes de Newton, sino entenderlas y saber aplicarlas, y eso lo da la practica y no el examen.
    Cuantas veces les habrá sucedido en su vida universitaria que han rendido un examen, y justo ese item del programa no lo sabían y se lo preguntaron, pero tal vez sabian todos los otros, o lo sabían explicar y no se acordaban donde iba la coma, o aún peor, no lo entendio porque no lo experimento.
    Creo que faltan practicas y estudiar de verdad, no rendir y memorizar sin sentido las palabras, falta vocación de parte de los docentes, y falta incentivo para los alumnos que muchas veces no aman lo que estudian.
    Creo que debemos tomar el ejemplo de los paises del primer mundo que ya estan aplicando estos metodos con mas generalidad. Sigo su postura, y me alegro de que alguien con prestigio se de cuenta de la situación.
    Gracias y lo saludo atentamente.

  7. edgar inciso mendo Says:

    me parece muy interesante esta pagina y los comentarios de mario Bunje respecto de l no tomar examenes segun la pedagogia contemporanea atte edgar inciso mendo desde peru

  8. Cresencia Barrios de Morínigo Says:

    Manifiesto total acuerdo en que los exámenes son momentos desagradables e innecesarios para el alumno, si el objetivo último es llegar a concretar aprendizaje significativo, existen otras tantas estrategias a ser implementadas y lograr los objetivos educativos.
    Administrar una prueba (formativa) puede convertirse en una estrategia para retroalimentar los contenidos o temas desarrollados siempre que se utilizen los resultados para la discusión grupal.

  9. Pedro Antonio Says:

    Sr. Fermín Huerta

    Le agradezco enormemente su información. Había lamentado muchísimo haber perdido el artículo del Profesor Mario Bunge.

    Ese artículo me había explicado con claridad meridiana un largo proceso que aún hoy, para mi (que reconozco que no soy el dueño de la verdad y que estoy convencido que seguiré aprendiendo hasta que abandone este mundo), sigue sufriendo mi querido País.

    No soy pesimista y creo que si fuera budista o hinduista afirmaría que, después que paguemos nuestro karma como sociedad, habremos hecho el suficiente aprendizaje para que surja la Argentina como una gran Nación.

    Nuevamente muchas gracias

    Cordialmente

    Pedro Antonio Sciumbre

  10. edgar inciso mendo Says:

    nuevamente por aca amigos , el articulo tiene toda la razon y saludamos los comentarios positivos de la educacion colombiana

  11. Julio Fonseca Hernández Says:

    Para mí los exámenes no comprueban el conocimiento, memorizar no llega a nada, creo que es más importante calificar cuando se pone en práctica lo aprendido y se nota que se estudia para la vida no para una hora de nervios y tención.

  12. JULIO CADENILLAS Says:

    Totalmente de acuerdo con el Señor Mario Bunge, el objetivo es medir capacidades y competencias, observar como los estudiantes aplican el conocimiento en la vida real, en el campo, allí es donde medirse.

Deja un comentario